Tuesday, January 17, 2006

Señoras de Nadie

poster de art.com

Tenemos muchísimos defectos los argentinos y una gran virtud: la creatividad. Pero la creatividad no siempre rinde frutos. A los efectos de este brevísimo escrito la llamaremos Señora Creativad y, a saber, la mismísima no es exitosa si se divorcia de ese que no le cae del todo simpático: El señor Sentido Común.

Según una nota publicada hoy en Lanacion.com : “Mujeres que no quieren ser ‘de’ nadie” existe un proyecto de ley para modificar la ley de nombres (18.248).

La diputada Marina Cassese (PJ-bonaerense) presentó un proyecto en el Congreso un para que se reemplace la preposición “de” en el apellido de casada de una mujer por la conjunción “y”. No se puede pasar por alto que al primero que se le ocurrió la posibilidad fue a Gabriel Llano (diputado mendocino que ya terminó su mandato).

Lo que nadie explica es qué pasa si el apellido de casada de la mujer empieza con “I”. Supongamos que Mercedes Perez se casa con el Sr. Ibarra. Sería Merecedes Perez y Ibarra e instantáneamente desaparece la “y” en el habla. ¿Habrá que decir Mercedes Perez “e” Ibarra?

El tema de fondo por supuesto es el de la identidad y es innegable que la preposición “de” denota entre sus muchas acepciones el de propiedad, como en "la casa de María".

Supongamos ahora que la "Srta". Creatividad se casa con el Sr. Sentido Común. Sería Creatividad y Sentido Común si se llegase a promulgar el proyecto de ley. Pero el problema de fondo no es el “de” o el “y” para nada, señoritas, señoras y señores diputados. Ya que muchas mujeres de casadas eligen usar su apellido de toda la vida (también conocido como “de soltera” y nos vamos acercando al meollo del tema) y no adoptan el apellido de casada. O directamente adoptan el de casada. La generación de hoy ¿se sigue llamando Mercedes Perez de Ibarra? No, en general. O es Mercedes Pérez o es Mercedes Ibarra.

El problema es que hay dos maneras sociales en nuestra cultura de definir a una mujer y se revela en la clásica pregunta del caballero: ¿Señora o señorita? Es decir, ¿casada o soltera? Los hombres en cambio, jamás sufrirán este interrogatorio ya que son “señor” más allá de su estado civil. Y este es el fondo de la cuestión. Porque la mujer se ve obligada a definirse por su estado civil y eso marca su identidad.

Lo que hay que modificar más que el “de”, que en última instancia corre por cuenta de la que lo usa, es unificar en uno solo los términos señora o señorita. En EEUU lo lograron las mujeres hace rato y en toda relación comercial, de negocios o en los encabezamientos de las cartas las personas se refieren a las mujeres como “Ms” ya no “Miss” (señorita) o “Mrs.” (señora).

Propongo entonces que se utilice el término “Sa” como abreviación de señorita y señora y sanseacabó el problema. "Sa. Creatividad" o "Sa. Sentido Común".

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